Carla, acompañada por su tía Serrana, fue la primera en el mes en recibir las llaves de su vivienda de un dormitorio en Villa Española. “Me presenté al llamado porque era accesible; si bien tenía una exigencia de sueldo, no era elevada y es una buena posibilidad de acceso para la compra de una vivienda”. Era el primer llamado al que se anotaba y está contenta de mudarse al barrio.

También corrió la misma suerte Estela, maestra de Maldonado. “Es el primer llamado al que me inscribo y salí sorteada en primer lugar, así que redondo. Yo vengo de Maldonado y allí las viviendas se entregan si tenés hijos (…). Salió el llamado y dije '¡Ay! ¡No piden hijos!' y ta, me inscribí. Me mudo para la zona de Colón y trabajo en una escuela que me queda cerca”.

Serán sus vecinos Meivys, José y sus dos hijos Santiago y Luis, una familia de venezolanos que vive en Uruguay hace tres años. “Un familiar de mi esposo nos pasó un link para que nos postuláramos, pero en el sorteo quedamos como suplentes. Pasaron casi ocho meses y nosotros ni nos imaginábamos que nos iban a llamar. De pronto, el viernes íbamos a sacar una garantía para alquilar y ese mismo día nos llamaron de la Agencia. ¡Impresionante! Yo no me no lo esperaba".

Los últimos en mudarse en la capital fueron Cynthia y Ulises quienes, gracias a su perseverancia, lograron cumplir el sueño de la casa propia y obtuvieron su vivienda de tres dormitorios en Malvín Norte. “Es el quinto llamado al que me anotaba y con Ulises fue el primero y quedamos sorteados”, expresó Cynthia con alegría.

Las entregas continuaron por el interior. Al este, en el departamento de Maldonado, Caren y Federico recibieron las llaves de su vivienda de cuatro dormitorios en la ciudad de San Carlos.

Hacia el oeste, más precisamente en Colonia, Evangelina se convirtió en la adjudicataria de una vivienda de dos dormitorios en Juan Lacaze. En el litoral, Alberto y Silvia salieron sorteados para la compra de una vivienda de tres dormitorios en Fray Bentos y al norte del Río Negro, Ihara recibió las llaves de su vivienda de tres dormitorios en Tacuarembó.

Por último, al norte del país, Andrea y su hijo Santiago se mudarán a una vivienda de dos dormitorios en Rivera, luego de haberse inscripto a dos llamados de la ANV. “Seguí todo el sorteo en vivo y no podía creer cuando salió mi cédula. Estoy muy contenta de poder quedarme en el barrio”, afirmó. 

Con estas nueve entregas en el mes de agosto, ya son 70 las familias que este año disfrutan de su vivienda propia adquiridas a través de los llamados realizados por la ANV.