En setiembre 22 familias comenzaron a pagar su propio hogar.
Osvaldo y Viviana están casados hace siete años y desde entonces, tener la casa propia ha sido su meta. “Era el primer llamado al que nos anotábamos acá en la ANV, ya habíamos probado a través de cooperativas de vivienda y otros llamados. Después de siete años salir del alquiler y pagar tu casa es una felicidad”. Ambos, se mudarán junto a su gato a Tres Ombúes.
Será su vecino Santiago, que también corrió con la misma suerte de principiante. “Es el primero llamado al que me inscribo, pero dos de mis hermanas ya salieron sorteadas y tiene su vivienda en el mismo complejo (…). Es una buena propuesta la que plantean acá en la Agencia”.
Continúan las entregas en Montevideo Oeste y esta vez fue el turno de Ana Paula y Gonzalo que se anotaron al llamado y “salimos sorteados el día del cumpleaños de nuestra hija, ese día fue tremendo”. Se mudarán a una vivienda de tres dormitorios en el Cerro junto a sus hijas. Al barrio La Teja se mudará Sandra que, según sus palabras, el llamado le vino “redondo”. “Es algo que cuando se termine de pagar va a ser de mío, me vino de maravilla”, afirmó. También vivirán en la zona Stephanie y Rubén que seguían alquilando sin esperanza “y nos cayó como anillo al dedo, justo este año nos acabamos de casar también”.
Carolina, por su parte, aún no puede creer ser la primera persona de su familia en tener casa propia. “Vivo sola con mis hijos en Parque Posadas, pagando muchísimo alquiler por dos dormitorios. Ahora nos vamos a mudar a Belvedere que es cerquita, a una casa de tres cuartos, uno para cada uno”. Natalia también cambiará de barrio y se mudará con sus tres hijos a Conciliación, “no conocíamos la zona, pero fuimos a ver el complejo y es lindo, nos gustó”.
Al norte, más precisamente a Colón, se mudarán tres familias. Arnel y Dailín se mudarán con sus hijos a un apartamento de cuatro dormitorios en el Complejo América. “Vivíamos en uno de dos, y tenemos tres niños, así que apostamos a la mejor comodidad”. Serán sus vecinos, Óscar, su mujer y sus dos hijos que también vivirán en el mismo complejo. “El barrio parece seguro y es un cambio muy importante y bueno para nosotros en cuanto a comodidad”. Yoel será el último en mudarse al barrio, pero lo conoce a la perfección por haber vivido en Lezica toda su vida.
Para Adriana y Osvaldo fue muy difícil poder acceder a una vivienda propia. “Acá en Uruguay no había posibilidades, tuve que criar a mis hijos fuera del país, así que imagínate los años de búsqueda (…). Ahora puedo decir que es verdad lo que vi, que los llamados son reales”. Se mudarán a Casavalle, al conjunto habitacional ubicado en Aparicio Sarabia y San Martín. Si bien ya conocen la zona porque tienen amigos viviendo ahí, “no va en el lugar, cuando empieza a ser tuyo el lugar lo hacés vos, no importa dónde vivas”. Al barrio aledaño, se mudarán Alexia y su hijo Santino. “Me mudo para Piedras Blancas, conozco la zona porque me crié ahí y además trabajo cerca”.
Claudio también conoce el barrio a la que se mudará gracias a su trabajo. Vivirá en Cerrito de la Victoria, junto a su mujer y sus tres hijos, tras salir sorteado en el primer llamado al que se inscribía. Serán sus vecinos Vanessa y Cristian que corrieron con la misma suerte de principiantes “no teníamos ninguna esperanza y fue tipo ‘vamos a probar a ver qué pasa’ y tuvimos una suerte de quedar sorteados en el décimo lugar y poder elegir entre las viviendas que nos gustaban. (…) Tuvimos mucha facilidad, porque fue todo por internet, no tuvimos que venir, solo a elegir y firmar”, contaron emocionados.
Al barrio se mudará también María Isabel junto a su hija y a su nieta. “Yo estoy feliz, porque para pagar un alquiler tendría que trabajar de día y de noche para poder llegar, ahora voy a pagar menos y por mi casa propia”.
Por último, la ANV entregó las llaves de su nueva vivienda a cinco familias al noreste de la capital. Los primeros beneficiarios en mudarse a Malvín Norte fueron Alejandra y Pablo. “Nos mudamos a Euskal Erría, ya vivimos ahí, así que conocemos. Nuestros hijos están chochos porque mantienen el entorno, los vecinos, la escuela y el liceo”.
Geselle y Luis llegaron desde Venezuela a Uruguay hace cinco años y vivieron en Malvín Alto. “Hoy ya tenemos amigos, familia que viven allí. Era la zona que deseábamos; cuando participé fue porque vi ese complejo en específico. (…) Donde estamos tenemos una habitación y ahora vamos a pagar lo mismo, pero por dos habitaciones”.
El patrón se repite y Gissel también resulta beneficiaria de una vivienda en el mismo barrio en el que ya vive. “Es cerca de donde estoy ahora y, además, tengo gente conocida por la zona”. Carla, por su parte, está feliz “porque hoy es el día de cumpleaños de mi mamá y justo me mudo con ella, no hay mejor regalo”.
Los últimos en mudarse a Malvín Norte fueron, por un lado, Daniela que se mudará a una vivienda de tres dormitorios y, por otro, Lídice, Ulises, sus dos hijos y Abraham. La familia vino hace unos años desde Venezuela buscando estabilidad en Uruguay. “Esto lo logramos con sacrificio, pero vale la pena sin dudas”.
Daiana y Hebert, son los únicos beneficiarios que este mes recibieron las llaves de su vivienda en el interior del país. Se mudarán a un apartamento de tres dormitorios en el departamento de Florida.
La ANV es una institución integrante del Sistema Público de Vivienda, liderado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial