En noviembre, tres barrios de Montevideo y dos ciudades en el interior del país, se vistieron de fiesta para recibir a los cinco adjudicatarios que accedieron a su vivienda.

En la capital del país, después de tres años de quedar como suplente, María Eugenia remarcó que “el que abandona no tiene premio”, obteniendo así su vivienda de un dormitorio en Malvín Norte.

La suerte pasó a manos de Matías y Mónica quienes, luego de haber buscado por otros medios la posibilidad de obtener su vivienda, lograron ser propietarios y se mudan a Villa Española.

En tanto Sebastián se muda con su mamá Leticia al Complejo América; ambos expresaron con alegría el desafío de conocer un nuevo barrio, “es un gran cambio, nos mudamos lo más pronto posible”. 

Luciano fue uno de los beneficiarios de las unidades otorgadas en el interior del país, quien manifestó gran alegría por cumplir el sueño de la casa propia, tras recibir su vivienda de dos dormitorios en Florida. 

Por su parte Pablo, en busca de su oportunidad, corrió con suerte de principiante. “Por suerte salí en el primer llamado en el puesto tres” expresó al momento de recibir las llaves de su apartamento de dos dormitorios en la ciudad de La Paz, Canelones.