En el mes de julio cinco cooperativas plasmaron la firma, en mano de sus representantes, del préstamo que permitirá a 110 familias alcanzar la solución habitacional, lo que para muchos significa su proyecto de vida.

En el departamento de Salto, Gloria y Valentina fueron las encargadas de representar a las 23 familias que conforman Coviprab quienes, tras recorrer 10 años de trabajo, comienzan la etapa más reconfortante y esperada por todos, comenzar la obra. “Estamos emocionados y felices (…) ansiosos por empezar la obra y concretar nuestro sueño”.

El gran día llegó para Covisetflo que escrituró el terreno para sus 22 viviendas y un salón de usos múltiples en el departamento de Florida. También fue el turno de Coviplata, una cooperativa integrada en su mayoría por mujeres, que edificará con su propias manos el techo para 14 familias en el departamento de Canelones.

El cooperativismo es el sistema mediante el cual se construye una historia colectiva, realzando el trabajo en grupo y aportando aprendizaje a nivel laboral, organizacional y comunitario. Así surge Covicha, de la unión entre compañeros, hermanos y amigos que idealizaban un fin común: hacer realidad el sueño de “vivir todos juntos”.  La unión hizo la fuerza y comenzarán a construir sus 12 viviendas en Ciudad de la Costa, Canelones.

Por su parte, Marcelo y Valeria expresaron su felicidad por la concreción del comienzo del camino para lograr el techo propio de las 39 familias de Coviaridu en el departamento de Durazno. Estará conformada por viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios y un salón de usos múltiples.

La importancia de la obtención de la vivienda trasciende la funcionalidad del techo como tal, lo material, siendo el escenario donde se desarrollan afectos y sentimientos que hacen al hogar y que se enmarcan en un ámbito de producción social.