En el mes de abril 8 familias fueron las afortunadas de recibir las llaves de su vivienda propia.

Tras la noticia de que se agrandaba la familia, María del Carmen y Jonathan se anotaron por primera vez a un llamado de la Agencia en busca del sueño de toda familia, tener una casa propia. Se mudarán a una vivienda de tres dormitorios, en el barrio Malvín con su hija Martina y los bebés Felipe y Benjamín. Martina será afortunada de poder estar más cerca del liceo y sus amigos “Es un cambio de zona, pero nos acercamos un montón (…) al movimiento de nosotros, cerca de todo” 

Al barrio también se mudan Vanessa y Anthony, quienes desde hace tiempo buscan acceder a una vivienda. Comenzarán una nueva etapa en un nuevo barrio junto a sus hijos “somos de las Piedras y no conocíamos nada”.
Rosana expresó su alegría de adquirir una vivienda con tres dormitorios, tras la llegada de Anthony su segundo hijo “estamos re contentos (…) ahora cada uno con su dormitorio”.  Luego de inscribirse en varios llamados, se mudarán a La Teja “valió la pena esperar y apostar a la suerte”.

Hace cuatro años atrás Simón llegó desde Venezuela y siempre estuvo pendiente a las oportunidades que surgieran para obtener la vivienda propia. Emocionado y alegre nos cuenta lo importante que es para él dejar de alquilar “es algo que es propio, tienes ahí tu espacio, tus cosas (…) ahora seguir adelante y empezar a amoblar todo de a poquito”.  Simón siente que el destino le tenía preparada una sorpresa y que la tomará con los brazos abiertos “el que no arriesga no gana y cuando es para ti, es para ti”.

Por su parte Pablo vivió tres mudanzas dentro del Complejo América, en Colón y ésta será la cuarta, pero esta vez junto a María, su pareja y sus hijos. La familia se mostró agradecida de recibir las llaves de su vivienda y permanecer en el barrio que lo vio crecer “ahora tenemos dos nenes y nos sirve uno de cuatro dormitorios y seguir en el barrio (…) que es donde él se crió”.

Cerrito de la Victoria recibirá a María Elena y Leonela, madre e hija comenzarán a escribir su nueva historia en lo que será su propiedad “es como un alquiler, pero al terminar un proceso, es tuyo”. Quedaron contentas del confort que tendrán en su nuevo hogar “porque tiene entrada individual y por la comodidad (…) tenemos un perro y un gato”. “Acostumbradas a casa, esto va a ser diferente, pero nuestro”.

La historia de Rusbeirys, Lizbeidy y Marón comienza en el barrio Cerro repleta de expectativas “tenemos un poco de miedo, pero tenemos fe de que es por algo mejor para las tres”.  Se mostraron emocionadas de lo obtenido “estamos totalmente agradecidos con este país que nos ha dado muchas oportunidades, pero ésta ha sido inexplicable”. Será un nuevo comienzo en general “nueva escuela, liceo, trabajo, todo”. 

Por último, la ciudad de La Paz, Canelones, recibirá a Claudia y su familia, quienes desde hacía tiempo estaban pendientes de los llamados que realiza la Agencia.