Palabras de la Presidenta de la ANV A.S. Cristina Fynn en la Conferencia de Prensa:

"Hoy estamos cerrando un largo y duro proceso de 120 días trabajando en la relocalización de 96 familias, cuya vida corría riesgo por el estado ruinoso del CH donde habitaban. Ese ha sido el único y fundamental objetivo de este programa de trabajo por parte de la ANV.

Reafirmamos como Institución Pública nuestra responsabilidad de adelantarnos a un problema que pudo haber tenido consecuencias imprevisibles sobre la vida y la seguridad de la gente. Qué sucedería si hubiese ocurrido un accidente durante el desarrollo de este proceso? Quién se hubiera hecho responsable?

Es indiscutible el deterioro que presenta el edificio y la decisión que se adoptó valoró, además de los aspectos estructurales de riesgo, una situación general de mantenimiento, tenencia y gestión de un conjunto habitacional que se ha precarizado fruto de una problemática de décadas sin que se haya podido resolver.

Hemos trabajado con una estrategia de relocalización que se ha sustentado en respetar derechos, condiciones sociales, culturales, económicas y jurídicas de los habitantes, buscando soluciones “familia a familia” con un enfoque cualitativo de la política pública.

Un proceso que promovió una solución de vivienda para las 96 familias independientemente de su vínculo legal con la vivienda en el CH 20. Nos encontramos con una significativa heterogeneidad socio-económica, de la Condición de tenencia de la vivienda y de actitud frente a la relocalización.

Lo que permitió superar casos de importantes afectaciones de la habitabilidad, riesgo eléctrico y hacinamiento, buscando en todos los caso, una solución digna, segura y sustentable en el tiempo, acorde a las posibilidades reales de las familias y a los derechos generados de acuerdo a la situación de tenencia del bien. Por ej. 7 personas que vivian en una sola habitación pasaron a tener una vivienda adecuada a sus necesidades.

Se generó la posibilidad a los habitantes en situación irregular, de incorporarse al sistema formal de tenencia de la vivienda de acorde a sus posibilidades, promoviendo acciones de inclusión social.

Desde un enfoque cuantitativo se logró relocalizar al 98% de las familias en forma voluntaria, dentro de los plazos previstos. Dos familias no conretaron la mudanza en los plazos acordados, tuvimos que acudir a un recurso legal, el art.20 de la ley 15896 sobre prevención y defensa contra siniestros que habilita a actuar a la Dirección Nacional de Bomberos.

Es natural que en estos procesos no se logre la conformidad del 100% de la población. Somos conscientes de lo que significa dejar una vivienda ubicada frente a la rambla, el arraigo, al barrio, a la cultura, a las historias de vida que todos tenemos y sentimos con profundidad.

Es así que el 56% optó por soluciones insertas en zonas de su preferencia, alcanzando un alto grado de satisfacción con la propuesta, casos amparados en la posibilidad de comprar en el mercado por tener el préstamo cancelado. El 44% pasó del rechazo inicial del listado de la cartera de viviendas, a ser altamente valoradas luego de las visitas a las viviendas reparadas por la ANV.

Un proceso que tuvo la injerencia de agentes externos a la negociación y acuerdos con cada familia (opiniones a través de medios de prensa, actores barriales, ediles, técnicos contactados por vecinos renuentes a la relocalización, etc.), que generaron confusión por manejo de información contradictoria e incluso insuficiente.

No obstante las familias demostraron en su gran mayoría un alto grado de capacidad de respuesta frente a un proceso que significó cambios importantes para las personas, teniendo en cuenta el arraigo, la identidad cultural, la presión del propio grupo y las historias de vida.

Los funcionarios del equipo interdisciplinario de la ANV, hicieron posible este trabajo, serio, responsable, comprometido y con un alto grado de sensibilidad y profesionalismo en cada una de las instancias de trabajo con cada una de las familias.

Este programa de relocalización transversalizó a toda la Institución, sin dejar en absoluto de trabajar en ninguno de los programas en los que estamos llevando a cabo para promover el acceso y permanencia en la vivienda de miles de familias, así como en la gestión de nuestra cartera de fideicomisos.

A todos los funcionarios nuestro mayor reconocimiento porque así se construye la institucionalidad en las políticas públicas. A las instituciones que acompañaron este proceso, MEF, MVOTMA, MI, IMM, Municipio B muy especialmente al Alcalde Carlos Varela, OSE, UTE, BPS, a Ong como Casa Amiga y a todos aquellos con quienes Trabajo Social hizo las coordinaciones necesarias para mantener las redes de apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad, también nuestro reconocimiento porque en estos temas complejos no se logran los objetivos si no actuamos en forma integral.

Hemos cumplido con el objetivo fundamental de todo este proceso, cuidar la vida de las personas. Con el mismo rigor trabajaremos en la próxima etapa, en cuanto a la demolición del Complejo, en comunicación con los vecinos del entorno, haciéndoles llegar certezas y el proceso que se va a llevar adelante".